LA MUJER QUE SE TRANSFORMA
"Puede que sean ustedes capaces de leer las piezas de Bernard
Shaw, de citar a Shakespeare, a Voltaire o algún nuevo filosofo.
Pero si ustedes, como personas mismas no son inteligentes, si no son creadoras, ¿para
qué sirve la educación? ¿No resulta importante, pues, que tanto los maestros, como ustedes, estudiantes, trabajadores, oficinistas, escritores, musicos, averigüen, descubran, cómo se es inteligente?
Es obvio que la inteligencia les viene cuando no están
atemorizados, cuando en ustedes no hay miedo. ¿Sabéis que
es el miedo? El miedo surge cuando piensan en lo que la gente pueda
decir de ustedes, o en lo que puedan decir vuestros padres; cuando los
critican, cuando los castigan, cuando fracasan en un examen, cuando
no tenéis popularidad en vuestro medio. Gradualmente el miedo los
invade, ¿verdad?
Si uno tiene miedo carece de iniciativa. ¿Sabéis
que es la iniciativa? ¿Resulta tan difícil describirlo? Tener iniciativa es hacer algo original de un modo espontáneo, natural, sin que a uno lo guíen, lo fuercen, lo controlen; hacer algo que amáis
(...) Bien veis que si tenéis miedo, todo eso queda excluido, desaparece
de vuestra vida. Si tenéis miedo, habréis por fuerza de seguir
la tradición, a alguna persona, a algún "gurú" (guía
espiritual). Cuando seguís la tradición, cuando seguís
al marido o la esposa o a alguna autoridad, a alguien que corrige tu expresion, vosotros –como individuos, como seres humanos– perdéis
vuestra dignidad."