MIENTRAS DORMÍS Y SOÑÁIS ESTÁIS CONECTADOS
Mientras dormís y soñáis estáis conectados con toda la gente
de este mundo, pero también con otras dimensiones de la existencia, y es ahí
donde elaboráis vuestras respuestas y soluciones potenciales para manejaros en
las arenas movedizas del cambio. Cuando creáis que conocéis la verdad, respirad
e incidid en el centro del corazón para comprobar su mérito. Cuando concentráis
vuestra atención en el centro cardíaco, esa conexión os permite caminar con
compasión por el lado sombrío de la vida, sabiendo que la verdad es segura.
Confiar en vosotros mismos en medio de un mundo que parece
haberse vuelto loco es un sabio uso de la intención.
El «marketing» de una visión errónea del mundo basado en
límites y miedo es un uso creativo de la imaginación: no obstante, tenéis que
aprenderá distinguir entre las ideas saludables y las que no lo son. En este
punto de vuestro desarrollo tenéis que ser capaces de diferenciar entre una
información genuina y la propaganda sin fin que intentan crear las creencias de
la opinión pública.
Discernir significa elegir sabiamente y, teniendo esto en mente, tenéis que
aprender a reconocer y a aceptar que vuestros sentimientos y sensaciones forman
parte de vuestro radar corporal. Al evaluar cualquier situación, las creencias
determinarán vuestra apreciación. Dejad claro lo que estáis dispuestos a vivir
y desarrollad la compasión para otros y que elijan cualquiera de los caminos
que les parezca.
Los habitantes del mundo entero están inquietos, lo que
constituye una señal de que los tiempos y las creencias están cambiando.
Tenéis la libertad absoluta para hacer lo que deseéis con vuestra inquietud, aunque lo mejor sería recordar que la inquietud es una señal de que la energía se mueve. Para manejar vuestros miedos y creencias limitantes, observadlos como atributos que habéis adjudicado a la realidad (algo en lo que estáis atascados, con lo que habéis crecido y os habéis hipnotizado para creerlo).
Podéis aprender a retirar vuestra atención de las viejas
ideas dejando que desaparezcan; sin vuestra constante atención, las ideas se
pierden como globos en el viento. Desarrollad una clara intención respecto a lo
que queréis. Las creencias son como un cultivo que habéis elegido plantar en
vuestro jardín y que estáis cuidando como corresponde a un buen jardinero; sin
embargo, debéis abrir vuestros sentidos para verdaderamente ver las profundas
raíces de vuestras creencias más invisibles.
Hay creencias colectivas que mantienen vuestra vista
focalizada en ciertos aspectos del espectro de luz, pero no hacen otra cosa que
restringir lo que veis, mientras otras realidades están funcionando
continuamente en vuestro entorno. Vivir una vida bien organizada, tranquila y
centrada, sin interferencias por parte de la televisión u otros aparatos
electrónicos, y con mucho tiempo para disfrutar de la naturaleza, mantendrá
vuestro sistema nervioso alerta y funcionando pausadamente, pero, al mismo
tiempo, de manera intensa.
Cuando vuestro sistema nervioso esté bien equilibrado, seréis capaces de ver las terribles y limitantes creencias por lo que son, y, cuando aparezcan, reconocer su existencia. Con justicia debéis valorar el papel que han jugado en vuestra vida y luego dejar que desaparezcan. Utilizad el presente para reemplazar un concepto limitador de vosotros mismos por uno que refuerce vuestra vida.
Para cambiar el mundo exterior, tenéis que cambiar primero
vosotros. Debéis estar dispuestos a abandonar vuestras interpretaciones
limitantes del pasado para dejar de verlo como causa de los fallos que percibís
en vosotros actualmente. No alberguéis resentimiento o enfado, ya que el victimismo es una creencia muy poderosa que
destruye el proceso natural de la creatividad.
Cultivad una perspectiva sana y fortaleced vuestra voluntad
aceptando la responsabilidad de vuestra vida. Es esencial desarrollar ideas
positivas y creencias saludables y establecer vuestro libre albedrío y vuestra
creatividad. Es posible vivir la vida y todas sus maravillosas ofertas de
alegría, seguridad y armonía. Se trata de una creencia que os beneficia.
Debéis aprender a buscar la armonía y el propósito que hay detrás del majestuoso e impecable orden de la existencia.
Siempre hay una multitud de probabilidades favorables donde elegir. Por favor, tened en cuenta ese potencial y no os fijéis en las preocupaciones. Preocuparse es una auténtica pérdida de energía en cualquier situación.
La preocupación crea una vibración distorsionada en vuestro
campo y os quita energía. ¿Y cómo evitáis la preocupación? Tenéis que averiguar
vuestras creencias respecto a qué os preocupa. Liberad vuestra necesidad de
estar al mando y tener que controlarlo todo. Reemplazad la preocupación por una
declaración que afirme vuestra elección de seguridad, comodidad y paz mental.
Dr. Omar Estévez
26-Abril-2013
En un rincón de cualquier parte.