EL PODER HABLAR
Así
como llora un niño al verse solo en un mercado, lloraba aquel hombre de más de
cuarenta años. Sus lágrimas fluían como manatiales sobre las rocas de sus
mejillas. Largo rato lloró y lloró.
Los
paseantes, algunos compradores, otros viendo la escena, se preguntaron,¿ qué
puede hacer que un hombre maduro llore como una criatura por tan largo rato? Se
platicaban entre si y comentaban.
Tuvo
que pasar un largo rato para que cesara aquel llanto. El hombre con la mirada
nublada aun por las lágrimas caminó hacia uno de los puestos de venta. Se paró
enfrente de uno de ellos. Miró y no vio.
Al
fin alguno se atrevió a hablarle, esperanzado en obtener una respuesta.
-Largo
tiempo has llorado, buen hombre. Se puede saber cuál es el dolor que te aqueja
que ha producido tanto dolor y lágrimas ante nuestra presencia.
-Vengo
de la guerra-respondió el hombre-y conozco la muerte de cerca.
-Muchos
no han vuelto- respondió la mujer que vendía frutas.
-Es
cierto, es verdad- comentó el hombre- pero solo cuando descubres que dentro del
fragor de la batalla también ha muerto tu hermano, hijo de mi madre, la llama
del dolor incendia el corazón del guerrero y lo convierte en indefenso y el
llanto brota como cuando uno es niño.
-Debes
calmarte-dijo el que vendía bolsones y sandalias.
-¿Calmarme?,
Si creo que es posible cuando olvide que fue mi mano quien confuso en la
obscuridad de la noche, con la luna de frente, enardecido y loco, quité la vida
equivocadamente a quien ahora lloro.
-¿Ese
es el motivo?- dijo un ciego que ha tiempo había perdido la vista.
-¿Esa
es la causa de tanta desgracia para ti?, ¿Has olvidado que también tu hermano fue
quien salvó este pueblo de ser masacrado por los ejércitos enemigos’
-¿Y
tú quién eres para saber esto?-dijo aquel hombre-¿Acaso puedes recordar al que
un día fue mi hermano?
-¿Cómo-dijo
el ciego-puedes olvidar a alguien que son su sola palabra derrotó al General
enemigo convenciéndolo que nadie mata a nadie. -Que Aquel que da la Vida la
quita cuando el en Su Juego considera cambiar el escenario, y que es El Actor,
el Acto y el Director de cualquier batalla?
Un
silencio se hizo sobre todos.
Diógenes,
el hombre que vivía en un barril, fue famoso por sus palabras sabias a tiempo.
Así
como un llanto reunió a muchos así esa simple frase disolvió la reunión. Pero
más que nada, devolvió al guerrero el valor perdido por haber usado la razón…y
una espada.
Omar Estévez
27 noviembre 2013.-