EL CUERPO HUMANO ES UN MECANISMO MISTERIOSO
El cuerpo humano es un mecanismo misterioso. Su funcionamiento es bidimensional. Para ir hacia fuera, tu consciencia pasa por los sentidos para entrar en contacto con el mundo, para entrar en contacto con la materia.
Pero ésta es
sólo una dimensión de las funciones de tu cuerpo. Tu cuerpo tiene también otra
dimensión: te lleva hacia dentro. Si la consciencia sale, todo lo que conoces
es materia; si la consciencia entra, todo lo que conoces es no-materia. En,
realidad, no hay división: la materia y la no-materia son una sola cosa. Pero
si esta realidad -X- se mira a través de los, ojos, los sentidos, parece
materia. Esta misma realidad -X- mirada desde dentro -no a través de los
sentidos, sino del centramiento- parece no-materia.
La realidad es una, pero
puedes mirarla de dos maneras. Una es a través de los sentidos; la otra no es a
través de los sentidos. Todas estas técnicas de centrarse son en realidad para
llevarte a un punto en ti mismo en el que los sentidos no funcionan, en el que
estás más allá de los sentidos. Hay que comprender tres cosas antes de que nos
adentremos en las técnicas.
En primer lugar, cuando ves por medio de los ojos,
los ojos no están viendo; son sólo aberturas para ver. El que ve está detrás de
los ojos. Lo que mira a través de los ojos no es los ojos. Por eso puedes
cerrar los ojos y aún ver, sueños, visiones, imágenes. El que ve está detrás de
los sentidos; va al mundo a través de los sentidos. Pero si cierras los
sentidos, el que ve sigue dentro. Si el que ve, esta consciencia, está
centrado, de pronto toma conciencia de sí mismo. Y cuando eres consciente de ti
mismo, eres consciente de la existencia total, porque tú y la existencia no
sois dos. Pero para tomar consciencia de uno mismo uno necesita centrarse. Con
«centrarse» quiero decir que tu consciencia no está dividida en muchas direcciones,
no se está yendo a ninguna parte; permanece en sí misma..., sin moverse,
enraizada, sin ninguna dirección, simplemente permaneciendo ahí: dentro. Parece
difícil permanecer dentro, porque para nuestras mentes incluso este pensar en
cómo permanecer dentro se convierte en un salir. Empezamos a pensar: el «cómo»
empieza a pensar. Pensar en dentro, en lo interno, también es un pensamiento
para nosotros: y todo pensamiento de por sí pertenece a lo externo, nunca a lo
interno, porque en el centro más íntimo eres simplemente consciencia.
Los
pensamientos son como nubes. Han llegado a ti, pero no son tuyos. Todo
pensamiento viene de fuera, de lo externo.
No puedes producir ni un solo
pensamiento dentro, en lo interno. Todo pensamiento viene de fuera; no hay ninguna
posibilidad de crear un pensamiento dentro. Los pensamientos son nubes que
llegan a ti. De modo que cuando estás pensando, no estás dentro: recuérdalo.