NO VOY A NINGÚN LADO, SIEMPRE ESTOY EN MI

 Hace tiempo, mucho tiempo ha, escribo porque es una forma de conocer quién eres. No escribo, como el escritor, dotado de ese don, para llevarte a regiones de ti mismo que pueden estar en otros lugares del mundo.

Aprendí de mi padre, que escribir, es un ejercicio del Alma. Para hacerla sólida y transparente. En aquellos tiempos también escribía canciones para cantarlas con los amigos en noches de bohemia y nocturnidad. Poco a poco, el lector en América Central, no lee. Y si lee son cosas tan efímeras que solo sirven para pasar el tiempo.

Nunca he dejado de escribir. Nunca. Pero si he dejado de publicar. No porque me decepcione el que las personas no lean. ¿Qué gano con que me lean, si con leerme yo me basto? Es por eso que no público. Los pequeños folletos que distribuyo en mi Clínica, con consejos o pensamientos para inspirarlos, son dados de mano en mano y muchas veces los encuentro en la sala de espera hechos un cartucho, bañados de desinterés.

Pero ese no es mi objetivo. No soy escritor. Solo ejercito mi Alma y he aquel que ponga sus ojos sobre mis letras.

Antes de que se termine el año menos terrible de los que se vienen, escribo y publico mis motivos; para acompañarlos en esos días buenos y en esos días malos. Estar a solas no es estar aislado del resto. A solas es cuando más se siente a aquellos que te piensan y te reclaman y te necesitan. Hoy el rio lleva aguas turbias, que más turbias se volverán.

 

         Solo deseo que la fuerza que se tiene en compañía la tengan para estar a solas consigo mismos, pues aquel que sabe estar solo, está vivo, y muy lejos de la soledad de la muchedumbre.

 

Omar Estévez

1 Diciembre 2023.-


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